Esta grabación es de la danza de mi pueblo que se realiza en el mes de julio y septiembre. Para mí representa toda mi infancia pues me encantaba cuando los danzadores hacían el pasacalles acompañados de los dulzaineros, que son los músicos que los acompañan durante todas las celebraciones de las fiestas.
El origen de este baile es desconocido aunque hay referencias escritas en los archivos del ayuntamiento de 1604, en el que se hace referencia a unas cantidades pagadas a un grupo de danzadores por llevar a cabo este baile.
Contaré como van vestidos y en que consiste la danza.
Llevan un chaleco que representa los colores del arco iris y una falda la cual es de color trigo que viene a significar la cosecha del verano. Se calzan unos zancos de madera de haya de unos 50 centímetros de largo en forma de Y, los cuales se atan a los pies y a las rodillas con unas almohadillas protectoras para evitar heridas.
Son ocho jóvenes de entre 18 y 30 años que después de la procesión y la misa, llevan a cabo una danza en la plazuela empedrada de la iglesia que consiste en bailar frente a la santa y las autoridades para a continuación lanzase por seis escalones de piedra girando sobre sí mismos. Pero esta danza no termina ahí, si no que continúa por una cuesta, también empedrada, de 40 metros de largo. Cada danzador se lanza por la cuesta de uno en uno hasta llegar a la plaza donde es parado por la multitud que allí se junta. Vuelven a subir andando para reencontrarse con los músicos y volver a tirarse otra vez, así se va repitiendo todo el trayecto hasta que finalmente todos juntos llegan a la plaza, donde son aplaudidos por toda la gente. Más tarde, y una vez quitados los zancos, hacen unos bailes que se llaman troqueados, por los cuales reciben unas propinas.
Llevan un chaleco que representa los colores del arco iris y una falda la cual es de color trigo que viene a significar la cosecha del verano. Se calzan unos zancos de madera de haya de unos 50 centímetros de largo en forma de Y, los cuales se atan a los pies y a las rodillas con unas almohadillas protectoras para evitar heridas.
Son ocho jóvenes de entre 18 y 30 años que después de la procesión y la misa, llevan a cabo una danza en la plazuela empedrada de la iglesia que consiste en bailar frente a la santa y las autoridades para a continuación lanzase por seis escalones de piedra girando sobre sí mismos. Pero esta danza no termina ahí, si no que continúa por una cuesta, también empedrada, de 40 metros de largo. Cada danzador se lanza por la cuesta de uno en uno hasta llegar a la plaza donde es parado por la multitud que allí se junta. Vuelven a subir andando para reencontrarse con los músicos y volver a tirarse otra vez, así se va repitiendo todo el trayecto hasta que finalmente todos juntos llegan a la plaza, donde son aplaudidos por toda la gente. Más tarde, y una vez quitados los zancos, hacen unos bailes que se llaman troqueados, por los cuales reciben unas propinas.
Cuando era pequeña, me gustaba y me divertía ser la primera en coger sitio en alguna ventana o balcón que dan a la cuesta para así poder verlos junto con mis amiga sin ninguna dificultad.
Pero ahora prefiero ir detrás de los músicos y las autoridades para seguir de cerca el baile que los danzadores van haciendo en la cuesta.
Pero ahora prefiero ir detrás de los músicos y las autoridades para seguir de cerca el baile que los danzadores van haciendo en la cuesta.
Valeria C.S
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