Una fiestas típicas de cualquier pueblo, con un recinto organizado, tranquilo, acogedor; para pasarlo bien con familia y amigos y muy veraniego y con ganas de fiesta pero, eso sí, muy especial. Todos con ganas de reír, de tomarnos unas Coca-Colas sentados en las mesas del mini-bar, dentro de la piscina o comprándonos unas chucherías y heladitos.
Trabajo realizado por Mario Blanco Llorente, 1º de Bachillerato del IES María Moliner de Segovia
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