Llego a casa, abro la puerta y me voy a mi cuarto. Mientras estudio se oyen toda clase de sonidos: la calle, la lluvia, la lavadora… Algunos son molestos pero otros relajantes y me ayudan a estudiar.
Para mí la tarde es un momento de relajación después de seis horas en el colegio. un momento en el cual te sientas y descansas de tantas matemáticas.
Me levanto y me doy un paseo por la casa. Se oye la televisión, mi madre marcando un número en el fijo y alguien tirando de la cisterna.
Vuelvo a mi cuarto y continúo estudiando, se oyen otros sonidos: los papeles, y mi prima llorando. De repente todos los sonidos se convierten en un ritmo que me ayuda a concentrarme.
Entonces todos se callan y se vuelve a oír la lluvia por encima de todo lo demás.
Cristina Navarro (3ºESO)
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