A veces uno necesita salir, despejarse y olvidarse de todo.
Pero, a veces, el ruido de los coches, la gente, el mal tiempo... No te deja disfrutarlo y conseguirlo. Por eso aprovecho ahora para grabar el sonido de las calles de mi pueblo, Campo de Criptana, a una hora que no hay casi nadie por la calle. Solo se escuchan los pájaros, el viento y tus propios pasos al caminar. Todo está en silencio y tranquilo y, la verdad, pienso que no se aprecian estos momentos, no se aprovechan para relajarse y escuchar la naturaleza, sonidos naturales, ambientales.
Cristina Manjavacas Ramírez
2º Bachillerato A
IES Isabel Perillán y Quirós.
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