jueves, 3 de noviembre de 2016

Creaciones sonoras e historias para Halloween (3)

Las últimas horas de mi penumbra
 Era la noche del día 24 de octubre de 1984, yo, un pobre hombre desolado por la miseria, vivía en una casa cochambrosa y solitaria, malviviendo de unos miseros 200 dolares. Me encontraba tumbado en esa cama rota, sucia, que me encontré en un callejón oscuro y maloliente, note el aire embravecido con un olor como a putrefacto. Al rato, al estar a punto de encontrar la paz y la tranquilidad escuche un sonido no muy fuerte, no muy flojo. Me levante con intriga para investigar aquel sonido aterrador. Nada mas levantarme escuche otro sonido que venia de esa cocina que solo tenia un microondas, cuatros insignificantes cuchillos desafilados y dos vasos cutres que me encontré por la calle. No sabia que tenia que hacer, si ir a la cocina o ir al pasillo. Al final mis pensamientos se revocaron hacia el pasillo que es donde escuche el primer sonido. Caminaba con pasos silenciosos y me encontré con esa puerta podrida por las termitas. Mi orgullo decía que tenia que entrar pero mi alma decía que tenia que volver a la cama. Al fina me decidí a abrir la puerta, mi cuerpo temblaba de miedo, mi mano temblorosa se acercaba hacia ese pomo oxidado. Abrí sin pensarlo, mire hacia todos lados antes de decir algo. ¡NO HABÍA NADA! Solo había restos de comida y cartones tirados en el suelo. Mi alma se deshizo por ese miedo que reconcomía mis entrañas, me di la vuelta para volver a la cama. De repente, sin mas pensarlo, me encontré una sombra oscura delante de mi. Aterrado por aquella sombra no me di cuenta de que me había apuñalado en el corazón. Aquella sombra desapareció y solo quedo en esa casa cochambrosa desolada por mi dolor y mi soledad. Mi cuerpo tendido en el suelo, un charco de sangre al lado, y un cuchillo clavado en mi corazón, moribundo cayendo mi ultima gota de sangre dije mis ultimas palabras antes de caer a las puertas del infierno: -¡ En la noche mas oscura, cuando tus sueños se convierten en pesadillas, apareceré delante de ti, cayendo mi ultima gota de sangre en tu alma perdida!.


José David Parra y José Manuel Márquez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.