viernes, 15 de marzo de 2013

la casa de los ratones



Estaba en casa todo tranquilo escribiendo en el ordenador una historia para el concurso literario del instituto cuando de repente empezó a ladrar el perro desde el sótano. Pasado un buen rato seguía ladrando así que decidí ir para ver que le pasaba. Al bajar por las escaleras que llegan al sótano, la bombilla se funde y sin poder ver nada vuelvo a subir por una linterna. Después de estar un buen rato buscando de aquí para ya al abrir el armario chirriante que hay en la cocina la encuentro y por fin llego hasta el sótano. Cuando llego hasta el perro veo que en el suelo hay un ratón muerto, pero eso no es todo porque detrás de un sillón encuentro más. Subo rápidamente las escaleras con mi perro detrás y cierro la puerta tras de mí. Vuelvo a subir las escaleras que llegan al primer piso y le cuento a mi padre lo que he visto así que va a la despensa y coge veneno para ratones y un poco de queso para atraerlos al veneno. bajamos otra vez las escaleras con mi padre delante y mi perro detrás y al llegar al sillón donde vi a los ratones descubrimos que no hay absolutamente nada así que volvemos a subir las escaleras pero antes de cerrar la puerta oigo en el sótano a los ratones correteando por el suelo. Al entrar en mi habitación empiezo a escribir de nuevo la historia pero no puedo dejar de pensar en todos esos ratones y cuando se está imprimiendo el trabajo, en el ordenador salta un anuncio en el que se vende veneno para ratones. Después de un rato sin ocurrir nada decido ir a cenar pero ahí no acaba la cosa porque antes de poder meter algo en la boca empiezan a salir ratones de todas partes, después de eso salimos corriendo de casa y mi madre llama rápidamente a un exterminador.


Ver El sonido que habito en un mapa más grande

Por: David Puerto Blanco

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