Según indica el departamento de Comunicación de la empresa de transportes, los músicos entran libremente pero no se les deja actuar en esquinas ni en los andenes ni en los trenes. Sin embargo, más de 200 actúan a diario en estos últimos.
Otra empleada de Metro, Rosa, advierte que no existen suficientes vigilantes para controlar esta actividad, "además, por lo que dicen, se va a reducir el personal de seguridad, con lo que será peor".
Cuando el tren se detiene en una estación, el músico observa por la ventanilla si hay vigilantes. Sale, corre y vuelta a empezar: un par de canciones conocidas con su guitarra y su voz rasgada, sonrisas en algunas jóvenes, un par de enamorados se miran entre sí, y la mayoría pone la vista en el suelo o hacia adelante. Al final: dos o tres monedas.
https://www.google.com/maps/d/edit?mid=zbDDtdet_M6M.k7YvlxWpfk-Y
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