Un miércoles por la noche, a mediados de Enero, con la lluvia y el frío de esos momentos, mi tío, mi primo y yo fuimos a ver el partido Valencia-Gante. Llegamos justo a tiempo y subimos corriendo. Nos sentamos en los asientos y parecía que estábamos resguardados de la lluvia, pero poco a poco llovía más y en el descanso estábamos chopados, ya que teníamos el final de la cornisa encima nuestro y nos caían las gotazas en la cabeza. La primera parte estaba siendo un aburrimiento, porque no habían goles y el estadio estaba en silencio, además estábamos mojadísimos.
Ya en el descanso la gente se cambió de sitio, nosotros subimos un poco a unas localidades más altas y ya no nos mojábamos. Comenzó la segunda parte y el estadio se animó y con él, el equipo también.
El estadio no paraba de animar, pero el Valencia no metía gol. Llegaba el final del partido y tras una buena jugada por la banda, el Valencia metió el primer y único gol del partido. Todos, en las gradas nos alegramos mucho, ya que ese gol ponía al Valencia segundo de grupo.
Ya había acabado el partido, bajábamos por la rampa del estadio cuando me encontré con dos amigos, Miguel y Roberto, pero ellos estaban aún peor que nosotros porque ellos estaban en un asiento sin cubierta.
Después, en el coche, mi tío puso el aire caliente a tope, porque estábamos congelados. Llegamos a mi casa y me metí en la ducha con el agua ardiendo para calentarme, después me fui directo a la cama tras una noche emotiva pero muy agotadora.
Santi Chico
2º E.S.O.
Lengua Castellana
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