Cuando Dios quiso crear al caballo dijo al viento del sur:
- De ti produciré una criatura que será la honra de mis
allegados, la humillación de mis enemigos y la defensa de los que me atacan.
y el viento del sur respondió:
- Señor, hágase según su deseo.
Cogió Él entonces un puñado de viento y creó el caballo
diciendo:
- La virtud inundará el pelo de tus crines y tu grupa. Serás
mi preferido entre todos los animales porque te he hecho amo y amigo. Te he
conferido el poder de volar sin alas, ya sea en el ataque o en la retirada.
Sentaré a los hombres en tu grupa y rezarán, me honrarán y cantarán aleluyas en
mi nombre. Ahora ¡ve y vive en el desierto durante cuarenta días y cuarenta
noches! ¡Sacrifícate! Y aprende a
resistir la tentación del agua, broncea el color de tu cuerpo y aligera tus
músculos de grasa, porque del viento vienes y viento debes de ser en la
carrera.
Realizado por Sara Duque Redondo, 3º ESO, IES María Moliner, Segovia
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